Para evitar despidos en sector de tecnología jornadas 4x3 y reducción de cargas sociales son tareas urgentes

La marejada de desempleo que ha azotado a la industria tecnológica desde inicios de este año se ha convertido en un tsunami con efectos globales.

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Sin embargo, la productividad de los ticos, así como las buenas condiciones del país para invertir, podrían convertirse en una barrera de protección que merme las consecuencias de este fenómeno, según expertos consultados por LA REPÚBLICA.

Mejorar el clima de negocios a través de las jornadas 4x3 -para adaptar horarios laborales de 12 horas cuatro días a la semana a cambio de tres días de descanso – y la revisión de las cargas sociales, son algunas de las tareas pendientes que tiene Costa Rica para retener la inversión extranjera y aumentar la participación privada.

Precisamente, en los últimos días la Cámara de Comercio, la Cámara de Industrias y la Asociación de Zonas Francas hicieron un llamado a los legisladores para aprobar las jornadas excepcionales, de manera tal que los ciclos productivos de las empresas sean 24/7 con dos turnos laborales de 12 horas.

“En un contexto económico mundial complejo, diversos organismos multilaterales están pronosticando una reducción del crecimiento, de la inversión extranjera y en consecuencia del empleo, y con un proyecto como el de jornadas excepcionales se puede enfrentar mejor la coyuntura que se nos presenta en el país”, explicó Enrique Egloff, presidente ejecutivo de la Cámara de Industrias.

Costa Rica se ubica como uno de los países con mayor crecimiento en su productividad laboral en los últimos diez años, de acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), lo cual, también se convierte en una carta fundamental a la hora de hacer recortes de personal.

“Los efectos globales serán en menor medida mientras logremos que nuestra fuerza laboral incremente el valor agregado para las empresas. Es decir, que el talento costarricense se siga considerando una parte esencial en su fórmula de eficiencia y valor”, comentó Vanessa Gibson, directora de Clima de Inversión de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (CINDE).

Esta sugerencia toma mayor relevancia considerando que para muchos sectores productivos la “pesadilla” de la pandemia por el Covid-19 y sus efectos colaterales están quedando atrás, en virtud de lo cual, ya no necesitan como hace dos años de ciertas soluciones tecnológicas que les dieron trabajo a miles de personas alrededor del mundo y que hoy sufren de estas consecuencias.

“La fugaz y meteórica subida en el 2020 de las empresas tecnológicas contrasta con el regreso a la normalidad en donde ya no se necesita tanta gente que dé soporte a las plataformas digitales de comercio electrónico y servicio al cliente, entre otras, que en su momento estuvieron abarrotadas, pero fue una demanda artificial”, opina el economista Daniel Suchar.

Microsoft, IBM, 3M, y Amazon, son algunas de las empresas de alta tecnología que tienen operaciones en Costa Rica y que han recortado personal. De todas ellas, solo la última prescindió de un número indeterminado de colaboradores nacionales, según confirmaron medios especializados como Bloomberg.

Esto se suma a una expectativa de reducción de personal en un 16% de empleadores para el primer trimestre del 2023, según Estefany Quesada, coordinadora de reclutamiento de IT de Manpower Group, empresa que ha puesto a disposición un canal para que personas que hayan sido afectadas por este tipo de recortes puedan postularse para puestos en áreas tecnológicas.

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“La apuesta del país debe orientarse a que las empresas de tecnología puedan mejorar su eficiencia y atraer inversiones futuras. Costa Rica ha tenido una importante inversión extranjera en el sector tecnológico, gracias a diferentes factores, incluyendo el nearshoring”, comenta Gabriela Roberti, directora del Grupo Innova.