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COLUMNISTAS


La larga cuarentena y el TikTok

Mauricio París [email protected] | Miércoles 15 julio, 2020


El nuevo espacio del social media es TikTok, la red social de origen chino que se ha convertido en la aplicación más descargada en los años 2018 y 2019, y que sólo en el primer trimestre del año 2020, ha sido descargada 315 millones de veces, superando con creces a las ya tradicionales Facebook o Twitter

El confinamiento genera múltiples efectos en nuestra cotidianeidad. Nos sentimos privados de nuestros espacios sociales, de nuestros amigos, de nuestros familiares, de nuestra diversión. Mientras esta dimensión compuesta por átomos en que habitamos se ha vuelto un espacio más peligroso por la presencia del virus, la dimensión virtual, compuesta de bits, nos ofrece mayor seguridad para conectar con otros, y, sobre todo, un espacio que muchas personas encuentran idóneo para escapar al tedio y aburrimiento del confinamiento.

En este espacio virtual, las redes sociales son comunidades en las que cada uno puede encontrar respuesta a sus intereses, pero no todas son iguales, cada una tiene distintas finalidades. Los que incorporamos Facebook a nuestra vida hace más de una década, e incluso antes de ella utilizamos una prehistórica llamada Hi5, hemos visto surgir múltiples alternativas: Twitter, Instagram, Snapchat, LinkedIn, Pinterest, o incluso Google+ aquella que se presentaba como la gran alternativa a Facebook, pero terminó siendo un fracaso.

En este contexto, el nuevo espacio del social media es TikTok, la red social de origen chino que se ha convertido en la aplicación más descargada en los años 2018 y 2019, y que sólo en el primer trimestre del año 2020, ha sido descargada 315 millones de veces, superando con creces a las ya tradicionales Facebook o Twitter. Precisamente, a diferencia de estas últimas, que son redes generalistas en donde se puede encontrar de todo (incluyendo a nuestros padres), TikTok se presenta como un espacio lúdico, en donde millones de personas, comparten videos cortos, de 15 y hasta 60 segundos, haciendo todo tipo de actividades recreativas, como bailar, cantar y todo tipo de bromas. A diferencia de otro gran sedante social como Netflix, en donde tenemos que decidir qué ver, TikTok ofrece su contenido, que en esencia es basura, sin que prácticamente tengamos que tomar decisiones al respecto, gracias a la eficiencia de su algoritmo, a la repetición en bucle y a la forma sencilla de hacer zapeo.

Pese a la cantidad de memes que se burlan de la aplicación y la presentan como la mejor forma de hacer el ridículo públicamente, -sobre todo si se ha traspasado la tenebrosa barrera de los 30 años-, los números son contundentes en demostrar que, si bien la popularidad de la aplicación la han dado los usuarios más jóvenes, como ha sucedido con otras redes como Snapchat, los adultos también se han convertido en tiktokers, y con ellos, también han llegado a dicha aplicación las grandes marcas.

Pero hablar de TikTok nos lleva a temas menos banales que un cadencioso baile con filtro de unicornio en el rostro. TikTok, por su origen chino, representa un nuevo frente en la batalla comercial de la geopolítica mundial. Recordarán que China, alegando protección a su soberanía cibernética, ha impuesto a sus ciudadanos un cerco tecnológico a las aplicaciones occidentales para operar en su territorio. Recientemente, India, con quien mantiene una tensa disputa territorial- ha decidido darle a Pekín una cucharada de su propia medicina, bloqueando 59 aplicaciones en su territorio, incluyendo desde luego, TikTok. El bloqueo no es baladí para TikTok, ya que un 30% de sus usuarios son precisamente indios.

En Estados Unidos, el Secretario de Estado Mike Pompeo anunció a inicios de julio que su país está analizando seriamente prohibir varias aplicaciones chinas, en especial TikTok, nuevamente por motivos de ciberseguridad. Incluso, ha trascendido que Amazon solicitó en un correo electrónico a todos sus empleados eliminar la aplicación de cualquier teléfono desde el que pudieran tener acceso a su correo electrónico de la empresa, alegando riesgos de seguridad. Pocas horas después la empresa se retractó, indicando que el correo electrónico fue enviado por error, y generando más dudas que respuestas.

Incluso, el grupo activista Anonymous solicitó a toda la población eliminar la aplicación acusándola de ser un programa maligno chino destinado al espionaje masivo.

Pero más allá de hackers y políticos, el mayor riesgo de la aplicación es su utilización por parte de menores de edad. Ya en febrero de 2019 la empresa aceptó pagar US$5.7 millones de multa por la recolección de datos de menores de edad. Si bien la empresa anunció medidas, lo cierto es que la aplicación es un perfecto ecosistema para engaños pederastas. Si bien la aplicación bloquea el contenido pornográfico, se sube contenido que está en el límite, o quizá un peldaño abajo. Asimismo, una vez que un video se sube a la aplicación, es imposible detener su transmisión, dado entre otras cosas, por la opción de descargarlo. Lo que hoy puede parecer un inofensivo video, puede destrozar carreras y reputaciones en una década.

A veces, cuando el río suena, piedras trae, y no sólo es urgente que los padres se mantengan vigilantes sobre el uso que sus hijos hacen de sus teléfonos móviles, sino que ellos mismos tengan mucho cuidado en cómo invierten el tiempo en esta larga cuarentena.

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