Precandidatos del PAC no ocultan fallas éticas del gobierno

Aunque resaltan una marcada diferencia en relación con sus rivales políticos en el tema de la ética, los dos precandidatos del Partido Acción Ciudadana aceptan que el primer gobierno rojiamarillo no se podrá jactar de ser impoluto al dejar el cargo.

Eso sí, aclaran que no se debió a mala fe, sino a errores administrativos que fueron mal manejados políticamente. 

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Para Carlos Alvarado y Wélmer Ramos, el episodio más crítico de esta administración en materia de transparencia, está relacionado con el pago de pluses salariales a jerarcas que no cumplían con los requisitos.

Asimismo, hay una crítica sobre el gasto en publicidad estatal y viajes al exterior de altos jerarcas. 

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“En estos tres años no hemos tenido casos similares al de la Trocha o al de la Refinería y se ha logrado contener el gasto; sin embargo, hay casos que reprochar, como el de los salarios de las viceministras. Para nadie es un secreto que el pago que se les giró no correspondía y no avalo la defensa a ultranza que se hizo con uno de esos casos”, dijo Ramos, quien considera que el código de ética del PAC debió aplicarse para analizar el tema.

El aspirante presidencial se refiere a los sobresueldos que cobraron las viceministras Ana Cristina Trejos, Ana Gabriela Zúñiga y Carmen Muñoz, por el concepto de dedicación exclusiva, a pesar de que ninguna de ellas tenía los atestados universitarios para cobrar el incentivo.

Solo en el caso de Zúñiga, se estima que se pagaron más de ¢30 millones adicionales durante unos tres años.

“Es indudable que la administración Solís Rivera ha sido éticamente superior que sus antecesoras. Se ha instalado un nuevo paradigma de un gobierno transparente, participativo y con una fuerte visión de la ética. Hay cosas que reprochar, pero una vez detectados estos errores se procedió a actuar de la manera correcta. Los dineros se devolvieron y no hubo actuaciones de mala fe de ningún jerarca. El error político fue no resolver más ágilmente”, agregó Alvarado.

Ramos y Alvarado indicaron que de llegar a la presidencia serían estrictos con los viajes de los altos jerarcas y que solo permitirían aquellos que se justifiquen.

Asimismo, Ramos aseveró que es necesario hacer una “diferenciación entre lo que es propaganda por los logros del gobierno y las publicaciones que son necesarias en toda administración”.

Mientras tanto, un grupo de dirigentes del PAC, reclama a los aspirantes una declaración pública de que respetarán todos los códigos de ética del partido.