Precandidatos del PAC cortados con la misma tijera

Sin importar quien gane la convención del Partido Acción Ciudadana (PAC) el 9 de julio, ya se empieza a notar que hay más puntos de encuentro entre Carlos Alvarado y Wélmer Ramos que desavenencias.

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Aprobación de impuestos, principalmente de la renta, una mayor lucha por la equidad y el reparto de la riqueza, así como el deseo de reducir trámites para fomentar el emprendedurismo, son algunas metas que los rojiamarillos comparten.
Ambos precandidatos desean evaluar a los maestros y profesores, pero con su participación para hacerlo; también concuerdan en promover la educación técnica en las zonas rurales y aumentar la base contributiva del sistema de pensiones para oxigenarlo.
Los dos hablan de proteger el legado del primer gobierno del PAC encabezado por Luis Guillermo Solís, mientras que al mismo tiempo, destacan la visión y la manera de hacer política del fundador del partido Ottón Solís.

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La similitud de las propuestas y cercanía con los dos líderes de la agrupación rojiamarilla, las reconocen ambos aspirantes y sus más cercanos colaboradores, que están conscientes de que en esta coyuntura, el estilo de liderazgo y el carisma del político podrían hacer la diferencia, cuando hay pocas diferencias que resaltar.
Mientras Ramos es un economista connotado con una sólida experiencia en el sector público, a Alvarado se le reconoce por ser pragmático y sobreponer una visión social sobre temas económicos.
“Cada cuatro años se hace una Convocatoria Ciudadana, con el objetivo de renovar las propuestas al electorado, por lo que no es extraño que haya una visión nacional compartida sobre diversos temas. Eso es lo esperable ya que los candidatos saben cuáles son los principios y normas que deben respetarse. Las cualidades de cada uno de ellos y su estilo de hacer política, harían la diferencia”, dijo Gerardo Fumero, jefe de campaña de Ramos.

“Es fundamental reactivar la economía, a través del fomento de las pequeñas y medianas empresas”, indica Wélmer Ramos, precandidato del PAC. Esteban Monge/La República

Por otra parte, la edad de Alvarado, de 37 años, en comparación con Ramos que tiene 55 años, también sería un elemento diferenciador entre los rojiamarillos, cuando se les pregunta sobre el tema de los Derechos Humanos.
Alvarado favorece el matrimonio igualitario y su rival preferiría apoyar únicamente las sociedades de convivencia. En cuanto al aborto, el joven aspirante cree que se debe cumplir la ley e interrumpir el embarazo en casos de violación cuando está en peligro la vida o la salud de la mujer, incluyendo el trauma psicológico como causal, mientras que Ramos considera que la decisión en casos de violación debe quedar a discreción de la mujer afectada, asimismo, afirma  el aborto terapéutico que ya está normado.        

“La campaña ha venido sumando representantes de diversos sectores dentro del PAC, incluyendo diputados, exdiputados, alcaldes y líderes del partido de una u otra tendencia; asimismo, hay una presencia de jóvenes importante”, comentó Camilo Saldarriaga, jefe de la tendencia de Alvarado.

El hecho de que los dos aspirantes sean cercanos al mandatario Luis Guillermo Solís y al fundador Ottón Solís, y más importante aún, que las propuestas sean muy similares, ha hecho que la dirigencia se reparta entre las dos tendencias.