La industria audiovisual: arte y esfuerzo colectivo

El cine es arte, pero el ecosistema audiovisual es mucho más que eso. Se mueve entre otras esferas de acción, como las políticas, económicas, sociales, por decir algunas. Entender eso es vital para que los actores de este ecosistema puedan empujar la industria hacia adelante.

Una industria de años de trabajo constante y bueno, pero de relativamente poco impacto en el medio nacional y ni que decir del internacional. Los que trabajamos en este medio, a veces ingrato, a veces maravilloso, pero siempre interesante, debemos tomar partido y no ser espectadores pasivos.

Costa Rica ha experimentado un crecimiento en la proyección nacional de películas costarricenses, a la vez que ha aumentado la creación de audiovisuales para las más variadas plataformas de consumo de contenidos.

La tecnología es la gran aliada de los creadores, y es clave para poder llevar su obra a las audiencias, las cuales aún no lo saben, pero necesitan contenidos costarricenses.

Para hacer crecer a la industria no basta solo con filmar una película o crear un contenido. Se necesita del esfuerzo transversal de varios sectores y hay que entender que igual de importante es el guion como lo legal, la creación de audiencias, el mercadeo, la distribución, la política y demás.

Necesitamos captar inversión tanto para lo artístico como para lo empresarial, pero para ello debemos darle más certeza a esa inversión. Hay que propiciar cambios en el desarrollo de proyectos sectoriales, empresariales, políticos, etc., para lograr una industria audiovisual fuerte y saludable.

Si el artista vive de su arte, es también un empresario y así lo señala el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en su “Políticas Públicas para la Creatividad y la Innovación. Impulsando la Economía Naranja en América Latina y el Caribe”. El audiovisual es una apuesta colectiva, un producto gremial de esfuerzos compartidos más allá de solo “luces, cámara, acción”.