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Director técnico: la profesión sin estabilidad laboral en Costa Rica

Emanuel Hidalgo [email protected] | Martes 30 octubre, 2018


Mario Víquez y Paulo César Wanchope salen frente a frente con una pizarra de técnico con estrategias de juego
Siete clubes del torneo local han cambiado de estrategas en el último año, Mario Víquez y Paulo Wanchope fueron las últimas víctimas. Archivo/La República


Con la destitución de Mario Víquez del banquillo de Carmelita, se cortó uno de los procesos más interesantes del Apertura 2018 y evidenció uno de los principales problemas del fútbol costarricense, la falta de paciencia de los clubes para completar procesos.

Sin embargo, este no es solo un problema del equipo de Alajuela, es una constante que vive el campeonato nacional, que incluso se traslada a nivel de Selección Nacional, donde ningún timonel se mantuvo al mando durante cuatro años.

Y es que el conjunto carmelo no es el único de este torneo en cambiar inesperadamente de técnico, por el contrario, se suma a la lista que completan Herediano, Limón y Cartaginés.

A pesar de que este último en esta ocasión fue decisión del estratega abandonar la institución, ha sido uno de los equipos con mayor inestabilidad en el banquillo de los últimos años.

Las destituciones en el país son poco claras y no se generan informes a la prensa u opinión pública sobre los motivos, sin un análisis profundo, lo que ocasiona que el nuevo estratega tampoco se adapte a las necesidades del club.

Saprissa es el único “grande” que ha respetado un ciclo de trabajo.

Actualmente con Vladimir Quesada y anteriormente con Carlos Watson, quienes ya cosecharon títulos para los tibaseños.

Por su parte, Alajuelense y Herediano no han podido mantener un mismo técnico en un año.

Cambiaron cuatro veces de timonel y con resultados no muy alentadores, sobre todo para los manudos que no han podido campeonizar.

La última vez que lo lograron fue bajo el mando de Óscar Ramírez quien estuvo entre 2010 y 2015.

A nivel de Selección Mayor se encuentra el mismo problema, la urgencia y desesperación por resultados han cortado el trabajo de los banquillos e incluso ningún entrenador ha completado el ciclo de cuatro años.

Los últimos dos que estuvieron por grandes lapsos en la Sele fueron técnicos con procesos exitosos: Jorge Luis Pinto y Óscar Ramírez, sin embargo, este último tuvo un final desastroso que a la postre dio con la no renovación de su contrato.

Pese a esto, ambos técnicos lograron participar durante toda la eliminatoria y si bien el logro de Pinto fue un hecho sin precedentes, el rendimiento de Ramírez tampoco fue el peor, al clasificar al Mundial una fecha antes del final de la hexagonal.

De regreso al campeonato local, los equipos con mayor regularidad deportiva, a pesar de no siempre figurar como los mejores en la tabla, han mantenido el entrenador, como son los casos de Pérez Zeledón con José Giacone, Santos con Johnny Chaves y el mismo Grecia de Walter Centeno.

A pesar de no clasificar en todas las ediciones, estos equipos han visto sus frutos, principalmente los Guerreros del Sur, los cuales salieron campeones el año anterior y en este torneo tiene opciones para clasificar.

Por su parte, Santos a pesar de ser animador de este torneo, la temporada pasada en Liga Concacaf logró el subcampeonato y en Costa Rica clasificó a la siguiente fase,

Grecia dejó de lado los problemas del descenso y por tercer campeonato consecutivo se ha mantenido en la mitad de la tabla.

Lamentablemente, a los equipos “grandes” los desarmaron y no pudieron mantener un proceso con un mismo grupo de jugadores.

La destitución del técnico carmelita es un claro ejemplo de las realidades de nuestro fútbol.











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