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Lunes, 16 de diciembre de 2024



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¿Crímenes de odio en Costa Rica?

“Vieron un perro con un brazo humano en el hocico. Al realizar una investigación, ese mismo día, encontraron el resto del cuerpo desmembrado y al día siguiente el cráneo.”

Larissa Arroyo [email protected] | Miércoles 19 diciembre, 2018


Parece una historia ficticia de terror pero no, es el brutal femicidio de Stephannye Paola Castro Mora. La forma en que los medios de comunicación han descrito como la asesinaron, el que fuera mujer y lesbiana hace que se sostegan las alertas sobre un posible crimen de odio, es decir, que haya sido asesinada por ser mujer y lesbiana aun cuando las autoridades han desmentido que sus asesinos le pusieran un vestido antes de matarla.

¿Qué es un crimen de odio?

Los crímenes de odio son la más grave y violenta manifestación de discriminación por orientación sexual e identidad/expresión de género a la cual nos vemos sometidas las personas LBGTI (Lesbianas, bisexuales, gays, trans e intersex).

Es crimen de odio aquel que sea motivado por el odio, desprecio o repudio que la persona perpetradora siente hacia características que moldean subjetiva u objetivamente la identidad de la víctima. Estos crímenes pueden ser un abanico de conductas que pueden llegar hasta el asesinato. Son actos generalmente realizados con saña y particularmente atroces donde fácilmente se identifica la agresividad y la violencia. Es una forma de castigo por transgredir una norma social.

El ensañamiento y la disposición de los cuerpos en estos casos tienen un patrón que es determinante para identificar un asesinato de un crimen de odio ya que, al igual que los femicidios o feminicidios, es una característica específica la que motiva el crimen como lo podría ser el género, la orientación sexual y/o expresión e identidad de género, la raza o etnia, entre otros.

Un crimen de odio, en todas sus distintas manifestaciones, demuestra una intolerancia a la diferencia, a la otredad y evidencia la creencia de que algunos individuos son superiores a otros debido a sus características por ejemplo ser heterosexual y cisgénero. Se establece que hay una manera “correcta” de ser pero sobre todo se hace pagar un alto precio a quien transgreda esa manera correcta de ser y sea o actúe diferente.

Un mensaje aleccionador

Los crímenes de odio, tienen un doble propósito:

causar un daño a la víctima directamente;

transmitir un mensaje amenazante a la población a la cual pertenece la víctima y a la sociedad de que no deben de transgredir las normas sociales o de lo contrario sufrirán las consecuencias. 

Los discursos de odios que plantean, muchas veces bajo el alegato de una supuesta libertad de conciencia, que las personas LBGTI somos enfermas o desviadas, alimentan las creencias de que debemos ser corregidas o castigadas. Por eso, ser bisexual, gay, lesbiana, trans o cualquier otra cosa que no sea heterosexual y cisgénero, es un peligro en nuestra sociedad porque todavía hay gente que cree que las personas LBGTI no merecen el reconocimiento de los mismos derechos de los que ya gozan las personas heterosexuales y cisgénero.

Impunidad

Muchas veces las instituciones de justicia y seguridad pública con su omisión, permiten, ya sea directa o indirectamente, la impunidad de los delitos cometidos en contra de la población LGBTI, y fomentan la reiteración de la misma. Así se normalizan estas agresiones en el sistema, a través por ejemplo de la falta de diligencia en las investigaciones y de protocolos especiales, la revictimización en el momento de la denuncia y todo aquello que invisibilice la violencia cometida en contra la población LBGTI causada por su orientación sexual y identidad o expresión de género.

En el caso de Costa Rica, como en muchos otros países, no se procesan los casos de crímenes de odio, ya que no existe un mecanismo efectivo para interponer y recoger la denuncia, porque las investigaciones no son hechas o son hechas de una manera inadecuada, se desestiman o simplemente se omite incorporar que la causa de discriminación y violencia que en algunos casos es la simple orientación sexual y identidad o expresión de género de la víctima.

¿Que falta?

Actualmente lo que necesitamos en el país es:

La tipificación de los crímenes de odio ya que actualmente, el único que tenemos es el de femicidio pero otras categorías además del ser mujer no son consideradas.

Protocolos para la investigación que permitan que los crímenes de odio no queden impunes. Esto implica también capacitacitación para quienes conduzcan las investigaciones.

La recolección de datos por parte del Estado y sus diferentes instituciones de la discriminación y violencia por orientación sexual e identidad de género que permita tener información suficiente para la creación de política pública.

Para más información pueden ver el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos del 2015 sobre Violencia contra Personas Lesbianas, Gay, Bisexuales, Trans e Intersex en América así como el Informe sobre la situación de las personas LBGTI en Costa rica del Frente por los Derechos Igualitarios (FDI)







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