Crece presión por prohibir plaguicida que está exterminando poblaciones de abejas

Crece la presión para que se prohíba el uso de fipronil, un químico utilizado para el manejo de plagas en los cultivos y el control de pulgas y garrapatas en animales.

Esto porque se le ha relacionado con la muerte masiva de abejas y con comprometer otras especies de fauna y flora, según un análisis de la Dirección de Gestión de Calidad Ambiental (DIGECA).

El clamor de los apicultores fue acogido por Andrea Meza, ministra de Ambiente, quien envió un oficio a sus homólogos de Salud y Agricultura y Ganadería planteando la conveniencia de crear una mesa técnica de trabajo que defina acciones enfocadas a regular este producto.

La preocupación se centra en los efectos que ocasiona el uso uso extendido del químico, las implicaciones para la salud humana y que la sustancia no esté registrada en la Unión Europea, advierte el oficio, enviado el 29 de abril de este año.

El Ministerio de Ambiente aclaró, a su vez, que no ha emitido ningún respaldo técnico en favor del registro de productos que contengan fipronil.

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Al cierre de edición ni Meza ni el Ministerio habían recibido respuesta por parte de los otros ministerios para tomar acciones urgentes.

De momento, el Servicio Fitosanitario del Estado (SFE), adscrito al Ministerio de Agricultura, trabaja en una propuesta de regulación del químico ante los hallazgos de residuos en productos vegetales encontrados en monitoreos realizados, confirmó Fernando Araya, director ejecutivo de la institución.

Sin embargo, la prohibición total del químico tendría implicaciones importantes a nivel del manejo de plagas, advierte el SFE.

“Existen en el mercado varias moléculas alternativas, sin embargo, vale indicar que, para algunas plagas, como picudo en chile, implicaría realizar una mayor cantidad de aplicaciones. La molécula, como todo agroquímico, es una herramienta que si se utiliza adecuadamente, en los momentos indicados, no debería generar un impacto no aceptable. Por esto se insiste en el manejo responsable de toda molécula”, expresó Araya.

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El fipronil es muy utilizado para control de pulgas y garrapatas en mascotas y dispone de registros en productos veterinarios y de uso doméstico, por lo cual no es un asunto exclusivo de los cultivos.

Este químico fue el responsable de dos casos de muertes masivas de abejas el año pasado, ocurridos el 8 de mayo en Esparza de Puntarenas y el 12 de agosto en Orotina, reportó la Unidad de Residuos y Contaminantes en alimentos de Origen Terrestre del Servicio Nacional de Salud Animal.

Se estima que hasta 250 mil abejas mueren por día en el país producto del uso de agroquímicos, lo cual suma unas 92 millones anuales, según la Cámara de Nacional de Fomento de la Apicultura.

En términos de polinización, esto equivale a un promedio de 1.750 millones de flores menos polinizadas por año.