Aquellas pequeñas cosas
Pedro Oller [email protected] | Martes 29 abril, 2008

Pedro Oller

En medio de la distorsión de cuatro años perdidos, para un Presidente repitiente el plan de acción inmediata era sencillo y, con ello, los réditos también de un enfoque cortoplacista: devolverle la confianza al pueblo, plantearse un norte, materializar intenciones. El presidente Arias a la mitad del camino ha cumplido, sin embargo preocupa su visión de cara a lo que falta.
Después de sacar adelante la tarea del TLC, que bien enredada estaba y cuyo éxito se debe más a la decisión del TSE y al voto en las urnas del referéndum, el gobierno que había apuntado primordialmente baterías hacia este tema, hoy parece sin nuevas propuestas para afrontar el día después. Sigue sin pasar la página del TLC ni siquiera, como reconoce el propio Premio Nobel, para entrarle a la reforma tributaria que buena falta le hace a este país.
Si a esto sumamos el pesimismo con que se vislumbra el año venidero y, compramos la idea sin el cinismo de creer que se trata de un globo de prueba, la cosa está para preocuparse. Si don Oscar vaticina que será muy duro (Diario Extra, ayer) y tener mucho miedo de lo que pueda pasar con la pobreza (La Nación, domingo), yo tengo más. Y en adición, si sumamos la enorme interrogante del porqué no nos hemos ocupado de los factores económicos que reconoce venían dándose, pero para los que —también admite en ambas entrevistas — no tiene claro qué hacer, las causas sin respuesta agobian.
Ciertamente le pesará la política electoral, sobre todo cuando desde su gobierno se promueve una candidatura oficial para Liberación Nacional, plural y rejuvenecido por el triunfo en las últimas elecciones. Los otros precandidatos verdiblancos, que han nutrido de apoyo y colaboración al actual gobierno, empezarán a recelarlo. Como es lógico pensar, ocurrirá también con la frágil coalición pro-TLC que atiende su propia necesidad política. Y de la oposición, que volverá a endurecer su planteamiento de país y a sonar con un frente único como el del “no”, de cara a las elecciones de 2010.
El pueblo ha sido agradecido con don Oscar. Sus índices de popularidad son de los más altos. Si bien las salidas de su Vicepresidente y Ministro de Seguridad estuvieron cargadas de efervescencia, aún no se percibe un deterioro en la percepción generalizada de la labor presidencial.
No obstante, sería mejor ocuparse de las pequeñas cosas (y también de las no tan pequeñas) para seguir manteniendo ese favor y no, que como las perspectivas económicas en medio de esta inseguridad, lo agarre el tren de la imprevisión con nosotros adentro. Así, don Oscar entienda que “este ha sido un gobierno tan bueno, que cuesta pensar en eso”.
NOTAS ANTERIORES

León XIV, un Papa para el cambio de época
Lunes 12 mayo, 2025
El Papa León XIV asume su servicio como sucesor de Pedro cuando vivimos no una época con muchos cambios, sino que experimentamos un cambio de época. Por eso el

La alta concentración en dos fuentes del abastecimiento energético nacional afecta los costos y la seguridad energética del país
Lunes 12 mayo, 2025
En varias columnas anteriores he señalado que los países exitosos en el mundo están avanzando o tienen ya una alta diversificación de su matriz energética (el “

¿Por qué cuesta tanto?
Viernes 09 mayo, 2025
Integrar la sostenibilidad empresarial en la estrategia del negocio es el reto más grande que tienen las organizaciones y, aún más, los responsables de liderar

El humanista Giovanni Pico della Mirandola
Jueves 08 mayo, 2025
Su filosofía anticipó ideas modernas sobre la libertad, la dignidad y el potencial del ser humano.