Los retos que enfrentamos requieren de un gobierno con experiencia

Actualmente, Costa Rica se enfrenta a una emergencia no declarada en temas económicos (desde el plano del empleo, la mortalidad de empresas y la formalidad de las mismas hasta el área del acceso al capital humano y capacitación) que ha devenido en problemas sociales que a su vez contribuyen a un círculo vicioso en la economía responsable de generar pesimismo para el consumidor nacional e inversores.

Lo anterior, aunque se ha visto agravado por la inexperiencia y consecuentes errores de los últimos dos gobiernos que con su paso han demostrado que Costa Rica no puede ni merece seguir siendo liderada por experimentos, en realidad es una conclusión lógica del modelo de Estado que se ha planteado desde hace mucho tiempo, el cual en vez de ser un sistema de ayuda y un socio para el ciudadano, la juventud y el emprendimiento, ha estorbado a los mismos y ha “pateado la bola” con sus problemas al punto de causar lo descrito previamente.

En virtud de lo expuesto, es necesario que nosotros como ciudadanos y votantes consideremos de cara a las elecciones presidenciales y legislativas de este 2022 cuáles son los candidatos con la capacidad de guiar a Costa Rica y hacerse cargo de los retos que enfrenta nuestro país no solo a nivel local sino también en la escena internacional, ambos en sus distintos niveles. Esto implica que Costa Rica necesita de un gobernante con experiencia tanto en la política nacional como en instituciones de carácter internacional con las ideas e insumos necesarios para mejorar la situación actual.

A razón de lo anterior, y después de un análisis pragmático tanto de la situación y retos que enfrenta nuestro país, y a su vez de las diferentes candidaturas para esta elección, he llegado a la conclusión de que José María Figueres Olsen es la mejor opción para el gobierno 2022-2026. Esto dados los logros en su primer gobierno, en el cual lejos de pasar los problemas a los siguientes gobernantes, dio los pasos necesarios para asegurar la eficiencia del Estado como en el caso del Banco Anglo, cuyo problema heredó de gobiernos anteriores y tomó las decisiones necesarias para resolverlo. Por otro lado, la experiencia de José María Figueres en política nacional (ni más ni menos que la presidencia de la República) y en instituciones internacionales de alto prestigio e impacto positivo en temas ambientales posicionan al candidato como el mejor cualificado y preparado para liderar nuevamente a Costa Rica por el camino de la prosperidad.