Lo que la rata comienza el buey lo termina
Claudia Barrionuevo [email protected] | Lunes 26 enero, 2009

Claudia Barrionuevo

Cuenta la leyenda que Buda —listo para iniciar su viaje hacia la muerte— convocó a todos los animales del planeta. Del planeta China, supongo. Porque no aparecieron pizotes, ornitorrincos, elefantes o ranas. Solo llegaron 12 bichos: la rata, el buey, el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el gallo, el perro y el cerdo.
La mitología china relata también que la rata llegó encaramada sobre el buey, saltó de su lomo y exigió ser la primera en llegar. El rumiante aceptó la imposición de la rata —ya fuera por gentileza o inocencia— y quedó de segundo en la convocatoria de Buda, que agradeció la visita de los animales, otorgándoles la representación de las 12 fases del horóscopo asiático.
Desde entonces —y estamos hablando de 20 siglos— la rata es considerada como la primera en llegar y el buey o búfalo, el segundo. Es por esto que en Asia se dice que “lo que la Rata comienza el Buey lo termina”. El año del Buey es una prolongación del año de la Rata: lo que se inició entonces se termina de consolidar. ¿La crisis económica? Espero que no sea así.
No creo en los horóscopos, pero leo todos los que caen en mis manos. Y como este inicio del año cristiano 2009 empezó con guerras en Gaza, de gas en Europa y de terremoto en el Poás, quiero creer que a partir de hoy todo cambiará.
Los nacidos en los años 1901,1913,1925,1937,1949,1961,1973,1985, 1997 o 2009 son bueyes o búfalos, animales de tiro por excelencia. Por eso se dice que el año del buey es de tirar para adelante y seguir silenciosamente aun cuando todo parezca estar en contra, hasta lograr que el duro y congelado suelo suelte al fin su fuerza creadora y comience así la primavera.
Con esas características —y a pocos meses del inicio de la primavera en el norte— el recién estrenado presidente Obama empieza sus labores en su año. Nacido en un año del buey se supone que es —y parece ser— testarudo, perseverante, inteligente y con gran capacidad de trabajo.
Muy lejos de la gran China —aunque ya tenemos relaciones con ellos— en nuestro país acaban de inscribirse los primeros cuatro precandidatos a la presidencia: dos gallos —suponemos que de pelea— Fernando Berrocal y Johnny Araya; un cerdo, Laura Chinchilla, y un dragón, Carlos Francisco Echeverría. Ningún buey. Si alguno de ellos llega a ganar las elecciones en 2010, no lo hará en el año de su signo: el próximo es del tigre. Ya veremos.
Para aquellos que no tuvieron un buen inicio de año, los invito a celebrar hoy un nuevo comienzo. Siempre es bueno renovar las esperanzas.
La mía —como rata que soy— es la de conseguir un buey que me lleve hasta Buda.
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