La hipótesis de los taquiones y la planificación atemporal reversa
Juan Diego Sánchez Sánchez [email protected] | Miércoles 26 febrero, 2025
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La hipótesis de los taquiones y la planificación atemporal reversa
Dr. Juan Diego Sánchez Sánchez, Ph.D
Asesor y analista financiero, abogado, profesor e investigador
El estudio de la mecánica cuántica, a pesar de tener un tiempo considerable en cuanto a su abordaje, presenta diversas hipótesis que aún no han sido probadas del todo, no obstante, y gracias al auge de diferentes tecnologías en esta área, sus pruebas y evidencias empíricas cada vez son más evidentes, así como su ligamen a diversas aplicaciones, esto sin perder perspectiva de la leyes básicas de la física y la naturaleza misma del universo, de forma que el análisis parte siempre de supuestos hipotéticos, que constantemente pasan a ser elementos fácticos.
Un claro ejemplo de lo anterior refiere al concepto de los taquiones, una partícula de naturaleza subatómica que ha sido considerada como hipotética, y que refiere a un elemento que por su misma composición energética puede viajar más rápido que la velocidad de la luz, siendo contraria incluso a la misma teoría de la relatividad. En este punto es importante recordar la ecuación que señala que la energía es igual a la masa por la aceleración al cuadrado, y que establece las bases para el establecimiento de la regla general referente a la imposibilidad de la ocurrencia de un fenómeno que alcance una velocidad mayor a luz misma, siendo una constante usualmente aceptada como parámetro investigativo y práctico.
Retomando la hipótesis de los taquiones, estos al contener una composición diferente a los átomos individuales, pueden acelerarse a una velocidad mayor a la luz, implicando a su vez que tienen la posibilidad de regresar en el tiempo, estableciendo el supuesto cognitivo que señala que un evento en el futuro puede alterar de forma causal el presente en ocurrencia, evidenciando lo que sería un claro argumento contrario al entendimiento de la linealidad temporal usualmente aceptada en un enfoque investigativo. Cabe indicar que el concepto del viaje temporal señala ser teóricamente posible al alcanzar las velocidades dispuestas para estos efectos, y con base en la idea de los taquiones, su sucesión futura afectaría de manera correlativa eventos en el presente.
El concepto anterior también tiene ligamen con el denominado entrelazamiento cuántico, que detalla que dos partículas o conjunto de ellas, aún cuando se separen por el espacio tiempo, continúan intercambiando información a un nivel cuántico, es decir, bajo una estructura subatómica, implicando un correlación inherente de forma perpetua y con una afectación en ambos extremos de dicha relación, donde una punta al ser influenciada por un evento particular, repercute en la otra con una magnitud al menos similar, o bien, de forma correlativa en la incidencia del suceso original. Este concepto al ser coligado a los taquiones plantea la idea de la afectación atada de eventos en el futuro para con el presente, sustentando dicho postulado en su capacidad de moverse de forma atemporal y a velocidades mayores a la luz.
Estas ideas parecieran resonar como ciencia ficción, implicando que no dejan de ser solo supuestos hipotéticos sin ninguna validez científica o aplicativa, no obstante, en recientes estudios internacionales la evidencia empírica de la existencia de los taquiones ha denotado presentar resultados alentadores, mostrando su presencia en un nivel cuántico y con posibles repercusiones en áreas tales como la computación cuántica, la comunicación entrelazada, e incluso en aspectos inverosímiles hace apenas unos años como la teletransportación, y evidentemente, el viaje temporal, abriendo así un abanico de posibilidades a su extrapolación también a otras ciencias y ramas del conocimiento.
Ahora bien, al coligar esta hipótesis al concepto de la planificación estratégica, esto en sus aplicaciones organizacionales y empresariales, y en temas tan específicos como las áreas financieras, mercadológicas, proyectos y demás de naturaleza similar, parece crearse un sustento contrario a la convencionalidad en su abordaje tradicional, pues debe tomarse en cuenta que el concepto de planificar implica el establecimiento de un punto temporal cierto y fijo en el tiempo, el cual consiste en el momento cero o línea de salida, de la cual se van proyectando diversas aristas en aras de llegar a la consecución de una meta dada en un espacio temporal futuro y variable. Este precepto, aunque acertado en sus fundamentos, parece ser contrario a la hipótesis de los taquiones, pues parte del análisis lineal del espacio tiempo, sosteniendo que solo el presente afecta el futuro, pero desconociendo la posibilidad de un enfoque reverso.
En línea de lo anterior surge una nueva interpretación de la planificación estratégica, pues más allá de solamente establecer un visión futura como una situación posible y bajo la cual se gestionan las acciones previas, debería señalarse un punto fijo en una temporalidad adelantada sobre la cual se trabaje de forma reversa, aplicando en lugar de criterios tales como los principios de proyección y agregación matemática sobre variables actuales, más bien reversiones asimétricas correlativas, es decir, se segreguen las etapas posibles de forma retroactiva en relación opuesta del punto futuro al cual se pretende llegar. Para estos efectos pareciera ser necesaria la utilización de una capacidad predictiva distinta a la matemática ordenada y la linealidad de ocurrencia, pues se estaría ante una regresividad temporal planificada, y no ante una prospección futura.
Este concepto pudiese resultar de difícil comprensión si es abordado desde una perspectiva lineal de la concepción del tiempo, aspecto que tampoco señala ser erróneo, y más que ser contrario a la hipótesis de los taquiones, parece ser complementario, pues permite el flujo de la planificación en dos vías, una tradicional prospectiva y una atemporal reversa. Para estos efectos las técnicas usuales como los pronósticos o los presupuestos lineales no parecen ser suficientes, pues su supuesto aplicativo recae sobre un orden lógico de pasos y un control casi previsorio y simétrico, por lo que al enfrentarse a la posible planificación reversa pareciera ser necesario el uso de variables y técnicas aritméticas discretas y complejas, así como a la misma ecuación de la teoría del caos, sin dejar de lado aspectos como la superposición onda, implicando una posible ocurrencia simultanea de distintos escenarios cronológicos interpuestos.
Un ejemplo puntual de lo antes dicho puede darse con el concepto de la inversión futura y el valor actual neto de su contenido financiero y monetario, el cual parte de una proyección simple de la ganancia por interés o retorno, y se descuenta a una tasa dada que pretende equiparar el valor del dinero en el tiempo, considerando factores como el riesgo, la inflación, entre otros. Ahora bien, al considerarse su análisis bajo una perspectiva de la regresividad por taquiones, se partiría del supuesto del valor final absoluto, y su ocurrencia dada es causa de las decisiones actuales, presentado un enfoque atemporal, por lo cual la tasa utilizada no podría ser aplicable como un descuento, sino más bien, debiese ser la derivada inversa del dato relativo de la proyección futura, implicando diferentes situaciones presentes que devienen de valor final, siendo la tasa un derivado directo de variables como el crecimiento, la apreciación, la densidad y hasta la certeza misma.
Puede observarse que la aplicación del modelo, aunque denota una complejidad particular, no deja de ser empíricamente posible, pues establece una forma distinta de planificación, considerando un evento futuro cierto, sobre el cual derivan de forma retroactiva escenarios y decisiones que llevan a su ocurrencia, presentando una forma de analizar la visión estratégica empresarial y organizacional de forma inversa, y con una posibilidad de materialización futura de forma presente. Sin duda aún queda mucho terreno por investigar y por recabar más evidencia empírica, pero su análisis y debate se tornan necesarios, en particular en un mundo complejo que tiene hoy más que nunca una necesidad de conocimiento y respuestas.