Graduados en medicina y enfermería serían evaluados

RESUMEN EJECUTIVO

El Colegio de Enfermeras y el de Médicos y Cirujanos implementarían exámenes de excelencia a los recién graduados de universidades como requisito para su incorporación.

Estas pruebas permitirán conocer las universidades que están fallando en la formación y a la vez los temas más específicos que no manejan bien los estudiantes.

Las notas en los exámenes de internado y el aumento de los centros de educación superior que forman profesionales en salud son dos de las causas que motivan a su implementación.

Ambas entidades señalan como ejemplo el Colegio de Abogados, que gracias a esta práctica detectó que el 70% de los graduandos reprueba el examen de excelencia.

En el caso del Colegio de Enfermeras, la idea viene de la mano de una reforma a la ley de creación de esa institución.

Además, ante la existencia de por lo menos unos 16 centros de enseñanza que gradúan personas que realizan labores exclusivas del área de enfermería.

Los egresados de estos centros culminan estudios diplomados entre uno y nueve meses. Incluso, algunos atraen estudiantes indicando que son reconocidos por el colegio.

“Desde hace cinco años han surgido más institutos que ofertan cursos y diplomados con nombres asociados a la asistencia de pacientes e incluso cursos de enfermería básica; estos programas irresponsablemente incluyen competencias y conocimientos propios de enfermería y del cuidado de personas. Esto ha ocasionado que sus egresados incursionen, con poca formación y de manera ilegal, en labores que pertenecen al profesional de enfermería”, advirtió Gabriela Alpízar, fiscal de ese Colegio.

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Por ejemplo, las labores de un asistente de pacientes se limitan a traslados en silla de ruedas o camillas o a hacer mandados asignados por el profesional de enfermería, como llevar muestras y asistir al usuario en labores simples como sentarse o levantarse; no deben realizar procedimientos, valoraciones o criterios.

“Esto corresponde a un ejercicio ilegal de la profesión y expone a las personas atendidas por estas figuras, que no están amparadas en la ley y no se pueden comparar con la formación universitaria superior que tiene un profesional para garantizar la seguridad y calidad en los servicios que brinda”, añadió Alpízar.

El Colegio solicitó una audiencia formal ante el Consejo Superior de Educación (Conesup) contra dichos institutos para detener la proliferación de estos cursos y diplomados que son incompatibles con la Ley General de Salud.

Además, hacen un llamado a quienes cursan estos diplomados porque pueden ser denunciados ante el Ministerio Público.

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Otro aspecto que preocupa a la institución es que al momento de incorporar sus profesionales han encontrado situaciones irregulares como títulos de bachillerato en educación media o universitarios falsos; también convalidaciones de materias que no se adecuan al marco normativo, entre otras.

“Se está elaborando una propuesta para realizar un examen de incorporación que garantice a la población costarricense la excelencia profesional de enfermería; sin embargo, para poder implementarlo es necesario realizar una modificación a nuestra Ley Orgánica”, agregó.

Por su parte, el Colegio de Médicos trabaja junto con el Ministerio de Salud y la Academia Nacional de Medicina (Acanamed) para elaborar un perfil de idoneidad de quienes ejerzan.

El tema de la formación preocupa al Colegio de Médicos y es algo que advirtió su presidente desde que fue designado, ya que sabe de universidades que emplean a recién graduados para impartir lecciones.

“Tomaremos una actitud vigilante: que los diferentes programas se cumplan en el tema de los créditos, que manejen los tópicos, que la educación se dé en los mejores lugares y con profesores capacitados. Desde la Comisión vemos que muchos no están capacitados: el joven médico se gradúa y dos semanas después está dando clases, ¿con qué preparación? No sabemos”, advirtió Andrés Castillo, presidente de la entidad.

Algo que comprueba esos vacíos o deficiencias en la formación son los resultados del examen de internado que aplicó la Caja y de la prueba de International Foundations of Medicine, que mide los conocimientos básicos que debe tener cualquier estudiante de medicina de último año.

El año pasado se les efectuó a unos 746 estudiantes de todo el país; de ellos unos 548 aprobaron.

La Ucimed y la UCR fueron los centros de enseñanza superior con más estudiantes aprobados (unos 278).

Sin embargo; la cantidad de reprobados “inquieta” a Acanamed, que hizo un llamado al Conesup y al Sistema Nacional de Acreditación (Sinaes) para que revisen la metodología utilizada al autorizar y acreditar escuelas de medicina.

“Los resultados obtenidos en dicha prueba ponen en evidencia el deficiente desempeño de un porcentaje importante de ellos, la mayoría cursa sus estudios en universidades privadas. Dejan ver la pobre formación académica que reciben los alumnos de medicina en casi todas las universidades privadas, donde pagan grandes cantidades de dinero para costear sus estudios. Es aún más preocupante conocer que la gran mayoría de estas escuelas de medicina han sido aprobadas por el Conesup y acreditadas por el Sinaes”, criticó la Acanamed.

“Inquieta que estudiantes con una preparación académica insuficiente se encuentren realizando rotaciones en los centros de salud de la Caja. Es necesario definir cómo serán utilizados los resultados, la lógica obligaría a que ingresen al internado rotatorio universitario solo aquellos estudiantes que aprueben el examen”, instó la academia.