A partir de abril conductores conectarán Ruta 32 y La Uruca en solo cinco minutos en vez de los 40 minutos actuales

Con el objetivo de sacar de San José la mayor cantidad de vehículos y camiones pesados, el gobierno de Rodrigo Chaves espera inaugurar el viaducto de Circunvalación Norte entre abril y mayo.

La estructura -que será el paso elevado más largo del país con 2,2 kilómetros de extensión - permitirá conectar la ruta 32 en Calle Blancos con La Uruca en tan solo cinco minutos.

El puente elevado tendrá cuatro carriles, dos por sentido de circulación.

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De esta manera, los conductores ahorrarán tiempo y dinero, a la vez que los camiones pesados ya no harán tanto ruido y presas en la ciudad capital.

Hoy día, ese recorrido puede durar hasta 40 minutos en las horas de mayor saturación vial, que es la que incluye el paso por el periódico La República.

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Además de una mayor fluidez vial, se generarán otros beneficios a favor del bienestar ciudadano, como menor estrés al conducir y hasta salir más tarde de casa cuando se desplace al trabajo y llegar más temprano cuando se finalicen las labores diarias.

El nuevo paso que conectará la ruta que lleva a Limón con La Uruca forma parte del proyecto de Circunvalación Norte, una obra que ayudará a cerrar el anillo vial que se inició a finales de la década de los setenta, con el objetivo de agilizar el tráfico vial. El plan incluye los pasos a desnivel en las garantías sociales, rotonda La Bandera, Rotonda del Bicentenario y Paso Ancho.

“La idea es descongestionar lo más posible la zona (…) Hemos pedido al consorcio constructor y a la Compañía Nacional de Fuerza y Luz que nos colaboren. La idea es inaugurar el paso a inicios de abril”, dijo Mauricio Batalla, Director Ejecutivo del Conavi.

Ocho años después de que se diera el visto bueno al proyecto de Circunvalación Norte, la promesa de finalizar el anillo de Circunvalación empieza a ser realidad.

Fue el 24 junio de 2014 cuando la Contraloría dio la gran noticia para la vialidad de la capital al refrendar el contrato que permitía retomar la conclusión del tramo norte de la Circunvalación.

Sin embargo, la excesiva burocracia, la expropiación de terrenos, la elaboración de diseño y estudios finales, la reubicación de los servicios públicos, además de ciertas diferencias con el consorcio Estrella-H. Solís, hicieron que la construcción de la obra se postergara.

Asimismo, para el gobierno fue un verdadero dolor de cabeza reubicar a un puñado de familias que vivían en un precario llamado “Triángulo de la Solidaridad” en Tibás.

En principio, la obra debió terminar de construirse en un año y medio, por lo que su inauguración estaba proyectada para finales del 2016 o principios del 2017.

El atraso ha significado un mayor costo para el Estado y para los costarricenses, ya que el proyecto pasó de $147 millones a por lo menos $163 millones.